Barroco, Gótico y Renacentista
El Matarraña
El Matarraña esconde auténticos tesoros artísticos y naturales. Sus pueblos conservan de tal forma su aire medieval o renacentista que al pasear por ellos sentirás estar en otra época.
La comarca del Matarraña, en Teruel, es una regiones que reúne todos los elementos que solemos asociar con la bucólica vida de campo: tranquilidad, suaves colinas, rebaños de ovejas, olor a hierba, olivos en flor, pueblos con encanto, ríos de aguas cristalinas, buena comida casera… No en vano la llaman «la Toscana española».
Uno de los mayores atractivos turísticos de la comarca del Matarraña (o Matarranya) son sus preciosos pueblos medievales. Dos de ellos, Valderrobres y Calaceite, forman parte de la asociación de «Pueblos más bonitos de España». Y cinco en total han sido declarados «Conjunto histórico» por el Ministerio de Cultura.
El Matarraña
¿Qué lugares visitar?

Valderrobles
Valderrobles es la capital de la comarca del Matarraña. Su coqueto casco antiguo, lleno de callejuelas empinadas, se sube a lomos de una pequeña colina delimitada en la zona más baja por el río Matarraña (que da nombre a la región) y en la más alta por el conjunto patrimonial que forman el Castillo y la Iglesia Santa María La Mayor. La visita se realiza de forma conjunta e incluye la entrada al museo de la ciudad. Tampoco hay que perderse el Ayuntamiento y el Puente de Piedra del s.XIV.

Calaceite
Otro de los pueblos representativos del Matarraña es Calaceite, segundo pueblo más poblado de la comarca y, como Valderrobles, catalogado dentro de los "Pueblos más bonitos de España" y galardonado con la catalogación de Conjunto Histórico Artístico en 1973.
Destacar su bonito casco histórico que a lo largo de la historia ha sido la guarida de numerosos artistas como Antonio Mari o Juan Cabré, entre otros. Entre sus monumentos tenemos que destacar su Plaza Mayor, el Ayuntamiento, la Plaza de los Artistas o la Iglesia de la Asunción. Además, gracias a los parajes que lo rodean este pueblo, es el lugar ideal para aquellos que les guste realizar senderismo o la naturaleza.

Beceite
A los pies de los Puertos de Beceite nos encontramos un municipio con ese mismo nombre. Beceite alberga un gran casco histórico de origen árabe que fue declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón y donde destacan sobre todo su Plaza Mayor, los Portales de la casona del Ayuntamiento, el Portal de la calle Llanacuenta, el portal-ermita de San Roque, la ermita de Santa Ana o el pórtico de Villanueva entre otros.
Asimismo, el ecosistema de esta villa es muy variado y es uno de los mejores conservados de Europa. Cabe señalar el Parrisal, que es un bonito cañón y la zona conocida por Las Pesqueras en el río Ulldemó.

La Fresneda
La Fresneda no es un pueblo muy conocido pero sigue el patrón de los pueblos anteriores de los que destaca por sus empinadas calles rodeadas de casas medievales que ascienden hasta llegar a lo más alto donde se encuentra la Iglesia de Santa María la Mayor datada en el siglo XVII.
Es de destacar su casco antiguo, que fue declarado Conjunto Histórico Artístico y del cual destaca su Calle Mayor, el Palacio de la Encomienda, el Ayuntamiento o los arcos de debajo de las casas que forman rincones verdaderamente bonitos. Muy cerca de la iglesia encontraremos los restos de su antiguo castillo y unas vistas inmejorables de la zona.

Cretas
Cretas, mantiene el aire medieval en sus calles y tiene un cuidado patrimonio renacentista. Un pausado y relajante recorrido a pie por el pueblo nos llevará a descubrir lugares tan especiales como la Iglesia de la Asunción, la Casa Turull, la Capilla de San Roque o la Capilla de San Antonio de Padua.
Otras visitas que añadir son las del Arco de la Casa Sapera, el antiguo Molino de la Villa, la Calle Mayor, la Plaza Mayor, la Casa de la Villa, los antiguos calabozos, el Portal de Vall de Roures, la Gran Casa, del siglo XVI, o la Casa Castillo del Diexmo, del siglo XIII. Y si nos acercamos a las afueras del pueblo podremos ver la hermosa Ermita de la Misericordia, de entre los siglos XIV y XVI.
Entre Cretas y la villa de Calaceite se halla el poblado íbero Els Castellans, donde se conservan unas espectaculares estructuras defensivas y de fortificación.

Ruta del Parrizal
Posiblemente la ruta más famosa del Matarraña. De fácil acceso, el camino remonta el río Matarraña mostrando un paraje de ensueño formado por paredes de roca, cañones, pinturas rupestres y pozas de aguas cristalinas.
Un sendero, en ocasiones con pasarelas de madera sobre el agua, que transcurre a lo largo de 6 kilómetros (ida y vuelta) y que finaliza en un portentoso cañón conocido como los Estrechos del Parrizal.

Pozas de La Pesquera
Se llama La Pesquera a una zona de pozas de diferentes tamaños que la naturaleza se ha encargado de excavar en el río Ulldemó en Beceite. Unas piscinas naturales en las que podremos disfrutar del baño en pleno campo. Lo que nos va a sorprender de estas aguas es su color turquesa y la temperatura que es bastante cálida.
Si hacemos un tramo de la ruta andando podemos ver alguno de los fantásticos miradores que se han creado en el Racó de Sant Antoni. Su finalidad es la de poder admirar el paisaje y conocer mejor el río Ulldemó, la fauna y la flora, gracias a los paneles informativos que hay allí.

Salt de la Portellada
Un lugar único y de incalculable belleza es El Salt de La Portellada. Se trata de una espectacular cascada de unos 20 metros de alto que cae por el cauce del río Tastavis, que es un afluente del río Matarraña.
Las altas paredes rocosas y la poza turquesa que forman la cascada hacen de este lugar un paraje único de gran belleza, y que además es de muy fácil acceso.
¿A quien no le apetece un chapuzón en este paraíso?.

Embalse de Pena
Situado a los pies de los Puertos de Beceite, el embalse de Pena es uno de los más antiguos que encontramos en la provincia de Teruel. La construcción de la presa comenzó en el año 1909 pero no fue finalizada hasta bien entrado 1930. Durante las obras del embalse resultaron anegadas algunas masías de la zona.
El nombre de este embalse viene del río Pena que, a su vez, recibe su denominación de la montaña que rodea, la Caixa, en la que muchos dicen distinguir la forma de una caja de caudales. Durante la reconquista musulmana esta roca fue conocida en la zona como la Peña Aznar Lagaia, como homenaje al fundador del condado de Aragón, el Conde Aznar Galindo.
Desde aquí el visitante puede acceder a la presa a pie, desde donde podrá disfrutar de una panorámica del barranco y del propio embalse. Cerca de allí existe un área recreativa con una pequeña playa fluvial y algunas mesitas.

Los Roques del Masmut
Las rocas del Masmut es uno de los símbolos de Peñarroya de Tastavins, y fuente innumerables referencias, poesías y leyendas. Se trata de un impresionante monolito de paredes verticales de más de cien metros de altura, con diferentes formas y perspectivas en la cara norte y en la cara sur. Su altitud se sitúa en los 1058 metros. Se forma en el Paleogeno con los primeros materiales erosionados del macizo montañoso, a base conglomerados, areniscas y arcillas.
Su nombre podría derivar del topónimo ‘Masmuda’, una tribu bereber de Marruecos que estaría asentada en este territorio en tiempos de la ocupación árabe. En el lado noroeste de las rocas existe una importante colonia de buitres. Desde la cima de estas rocas podremos contemplar la espectacular belleza del entorno. En la cara sur existen vías de escalada de más de ciento 150 metros de recorrido.
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